La Central de Reserva | Fábrica de armas de Toledo

Este edificio, en el corazón de la antigua fábrica de armas de Toledo, albergaba y aún conserva una central eléctrica en su interior, la central de reserva podría producir 500 HP (caballos de fuerza) gracias a tres gigantescos motores diésel alemanes MAN que esconde dentro.

Fue junto a la ya desaparecida Central de Vapor con 300 HP, una de las dos centrales térmicas que tenía la fábrica y se construyó en 1926. Completaba a las otras centrales hidroeléctricas movidas por el agua del río (Azumel, Isla, Ángel) cuando la fuerza del Tajo no era suficiente o en momentos de más demanda de potencia. De esta forma se garantiza la autonomía energética de la fábrica en cualquier circunstancia o en caso de fallo de otras centrales. Su posición central en el conjunto permitía el suministro a cualquier punto en caso de necesidad, esta posición funcional hace que aparezca como un elemento aislado singular.

El edificio se encuentra en el Campus Tecnológico de Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha), entre el actual polideportivo y el jardín frente al antiguo Taller de Carpintería (hoy Edificio 19 de Ingeniería Técnica Industrial). Aparece a la derecha a pocos pasos tras el túnel del edificio del reloj, el entorno es magnífico, agradable para pasear y disfrutar de esta arquitectura industrial que nos legó la fábrica de armas de Toledo.

Una arquitectura cuidada y elaborada conforma su exterior, en el frente tres ventanas verticales con carpintería de madera que define en el interior formas y divisiones del espacio. La forma industrial realizada exteriormente en ladrillo y el concepto arquitectónico interior tienen mucho que ver con el movimiento moderno europeo y con los proyectos españoles de la «segunda revolución industrial».

En las siguientes fotos podemos ver la parte trasera de la central, junto al laboratorio de investigación (edificio 12) y el acceso a un «patio», dentro existen unos depósitos para los actuales hidrantes del campus. En una de las fotos, el detalle de un hueco en la pared de un antiguo punto de fichaje de los «rondines» de la fábrica.

Dentro de la central nos encontramos estos monstruos, tres conjuntos motor-alternador diésel, tienen incluso unas escaleras para subir a un plataforma superior y poder acceder a esas zonas del motor, o realizar su mantenimiento.

El estado de la central cuando tomé estas fotografías era extraordinario, salvo por el polvo y excrementos de paloma que logran colarse dentro. Siempre me he preguntado cuán ensordecedor debería ser permanecer en el interior con uno de estos monstruos funcionando, un espectáculo de ingeniería mecánica, sin duda.

Algunos detalles de las piezas y mecanismos de estos motores diésel MAN y los alternadores AEG acoplados, que generaban la corriente eléctrica de esta central de reserva.

También contaba con un grupo electrógeno móvil para poder llevar energía eléctrica a la zona que se requiera.

En el centro del edificio, destaca una gran consola para gobernar la central. Potenciómetros, interruptores, amperímetros, aparecen muy bien conservados aún.

Pero la central aún alberga más curiosidades, a través de una habitación de la central, una interesante escalera de caracol desciende a un nivel inferior. Gran parte del mecanismo de estos motores están en este nivel y existe un oscuro conjunto de espacios para acceder a ellos.

Aquí abajo huele a aceite rancio y gasóleo, es un lugar escalofriante y oscuro, tanto es así, que ha sido escenario para una película de terror: Verónica.

La disposición del espacio lo conforma un largo corredor subterráneo con varios espacios en los extremos, con depósitos de aceite, tuberías y pasillos transversales para acceder a los motores.

Más sobre la central de reserva:

Fuentes:

La fábrica de armas de Toledo. Historia: Diego Peris, Antonio de Lucas, Ángel Alcaide.
Universidad de Castilla-La Mancha, Campus de Toledo.: Diego Peris.
Catálogo General Artillería: Fábrica Nacional Toledo