La fotografía de patrimonio es una especialización de la fotografía que se centra en la documentación y preservación visual de bienes culturales, históricos, artísticos y naturales que poseen un valor significativo para la identidad y la historia de una comunidad, región o país. Estos bienes pueden incluir:

1. Edificios y estructuras históricas: Iglesias, castillos, palacios, puentes, y cualquier otro tipo de arquitectura con valor histórico.
2. Monumentos y esculturas: Obras públicas y privadas que tienen un significado cultural o conmemoran eventos o personas importantes.
3. Sitios arqueológicos: Ruinas, excavaciones, y otros lugares de interés arqueológico.
4. Paisajes naturales: Áreas protegidas, parques nacionales, reservas naturales y otros entornos naturales que tienen un valor patrimonial.
5. Obras de arte: Pinturas, esculturas, tapices, y otras manifestaciones artísticas que forman parte del patrimonio cultural.
6. Tradiciones y costumbres: Documentación visual de eventos, ceremonias y prácticas culturales que son patrimonio inmaterial.

La misión del fotógrafo de patrimonio es capturar la esencia y los detalles de estos bienes para su preservación, investigación, y difusión. Esta práctica es crucial para la conservación de la memoria histórica y cultural, ya que proporciona un registro visual que puede ser utilizado por historiadores, conservadores, arquitectos, y otros profesionales para estudiar, restaurar o promover el patrimonio.

Además, la fotografía de patrimonio es utilizada en publicaciones, exposiciones, material educativo, y archivos digitales, ayudando a aumentar la conciencia pública sobre la importancia de preservar estos bienes para las futuras generaciones.