Una visión particular del Circo Romano de Toledo
El circo romano de Toledo siempre me ha parecido ese entorno tan toledano e importante como la última de sus piedras y sin embargo apartado, casi olvidado, oculto en un parque y prácticamente enterrado tras casi 2000 años de historia.
Tuvo que ser importante esta Toletvm del siglo primero, cuando se decidió construir este imponente circo romano de 422 metros de largo y 112 metros de ancho. Pasear por su perímetro es hacer un viaje en el tiempo, y aunque ya poco queda aún puedes hacerte una idea de su tamaño, sus accesos, su graderío. No paras de preguntarte dónde habrá ido a parar todo este material, cuantas casas y edificios en esta urbe habrán utilizado restos de este monumento. Fachadas de iglesias, lienzos de muralla, puentes… compartirán las entrañas del circo, del que ya sólo queda un triste esqueleto erosionado por los siglos.
Una lástima, pero tengo la sensación de que aún no se le considera con la importancia que realmente tiene, se echa en falta visitantes que lo aprecien. La tarde que realicé estas fotos, pude ver algún vecino paseando al perro y poco más. Me encanta pasear aquí y fotografiarlo me parece un reto, hoy me animo con una visión personal de este preciado circo romano.
El circo romano es atravesado prácticamente por la mitad por la Avenida de Carlos III y longitudinalmente (foto superior) por el paseo del Circo Romano. Esta zona, recientemente adecentada y delimitada con unas vallas de madera, pero hace años fue un caótico aparcamiento de coches. Esta zona correspondería a los cárceres, por aquí salían los carros hacia la pista o arena del circo.
Este curioso arco, realmente no es tal, constituía el soporte de doble escalera para el acceso al graderío que existió (había graderío de piedra y de madera). Aunque esta estructura se repetía a lo largo del circo, es la única que queda en pie y se ubica junto a la Venta de Aires.
Tras el muro que recorre todo el lado oeste del circo romano se encuentran unas antiguas pistas del colegio de Carmelitas, donde algunos autores se empeñaron en ubicar el teatro romano. Tras las últimas investigaciones de Ruiz Taboada el teatro puede ubicarse intramuros y en relación con el foro.
Características del Circo Romano de Toledo:
Dimensiones y capacidad:
- Tenía una longitud de unos 422 metros y un ancho de aproximadamente 112 metros, lo que lo convertía en uno de los circos más grandes de Hispania.
- Podía albergar entre 13,000 y 15,000 espectadores, según estimaciones arqueológicas.
Ubicación:
- Se encuentra al oeste de la ciudad de Toledo, fuera del casco histórico, en lo que en la época romana era un área suburbana. Esto era común para los circos, que requerían amplios espacios para su construcción.
Estructura:
- Tenía la forma característica de un circo romano: un espacio alargado con extremos semicirculares y una spina (plataforma central) decorada, que dividía la pista de carreras.
- Aunque gran parte de la estructura ha desaparecido, quedan importantes restos arqueológicos visibles, como algunos tramos de los cimientos de los muros exteriores y parte de las gradas.
Materiales de construcción:
- Se utilizó piedra caliza y otros materiales locales. Las técnicas de construcción reflejan el alto nivel de ingeniería romana.
Función en la sociedad romana:
- El circo era el escenario de competiciones de carreras de cuadrigas (carros de cuatro caballos) y bigas (dos caballos), espectáculos muy populares entre los ciudadanos romanos.
- También se celebraban otros eventos, como eventos religiosos, exhibiciones militares y festejos.
Actualidad:
- Aunque no está tan bien conservado como otros circos romanos, como el de Mérida, el Circo Romano de Toledo es un importante sitio arqueológico. Los restos visibles están protegidos y forman parte del patrimonio cultural de la ciudad.
- Algunos de sus restos pueden observarse en el Parque Escolar, donde hay paneles informativos que explican la historia y función del circo.
- A través de excavaciones y estudios, se sigue aprendiendo más sobre la vida romana en Toledo y sobre cómo este circo conectaba a la ciudad con otras grandes urbes del Imperio Romano.
Si visitas Toledo, recorrer las ruinas del circo romano es una forma fascinante de sumergirse en el pasado de la ciudad y descubrir su relevancia en la Hispania romana.
Enlaces de interés:
- Una gran ponencia de Sergio Isabel Ludeña sobre el circo romano de Toledo, desde el canal de Youtube del Museo Sefardí de Toledo.
- Para terminar, recomiendo la visita del interesantísimo artículo de Toledo Olvidado «El circo romano de Toledo» donde encontrarás mucha más información y fotografías de 1900 hasta la década de los 80 que te encantarán.

David Utrilla
Fotógrafo profesional
Fotógrafo profesional para eventos, arquitectura, patrimonio y fotografía para ecommerce.